domingo, 28 de febrero de 2010

Magia

En algún momento el hechizo de la infinidad de mi infancia se me rompió, y le dió paso a la magia conciente y a la realidad de saber que la pestilente muerte me acompaña a cada paso y probablemente nunca me abandone.

No me dejes de contar tu historia, sin tu historia yo no existo. Le repetía, una y otra vez, dentro de mi cabeza.

La noche no estaba plasmada de imperfecta perfección. Sabía que ningún acontecimiento de los que me venían sucediendo iban a cambiar. Iba a seguir sola por el camino. Las personas me iban a seguir tratando con la misma normalidad de siempre. Iba a cenar pizza con empanadas. Iba a tomar coca light y vos no ibas a estar ahí.

El hecho de que ya no compartas la mesa, es una historia menos que contar. Es un poco de magia que se resta a la magia habitual. Tus gritos llenadores con historias repetidasm, ya no se repiten. Y como me gustaba escuchar tus historias por enécima vez en la semana.

Las papas fritas que ya no son papas fritas. Que ya no son batatas fritas, que ya no son nada. Por que no existen. Entonces deducimos que son nada, porque no están.

No están, porque vos no estas, y últimamente te convertís en nada, porque no sos algo.

No sos algo, porque te sumergís en tu nada depresiva de nada. Mejoras. Cada día mejoras. Pero tu nada constante, sumada a tu couta nueva de niñez (último modelo), te convierte en nada. Porque, no sos algo.

Ya no sos la anti-política en una mesa de Domingo. Ya no sos el ajo escondido en los fideos verdes. Ya no sos el almuerzo de los viernes antes del campo de deportes. Ya no sos aquel que nunca me prejuzgó, incluso en mis momentos mas oscuros. Ya no sos aquel, que en algún momento de mi vida, supuso un pacto implícito y tácito de miradas y no palabras. Miradas que transmiten amor, sin decir absolutamente nada.

No lo sos, porque no queres serlo. Por que tu nada, es mas cómoda que un algo.

Bajo el ascensor. Ahora es automático. Revuelvo la cartera y cambio la música del iPod. El viento sopla en la cara, y rememoró alguna canción que decía algo así como que cuando golpeó el viento en su cara, pudo disimular una lágrima.
La piel se pone de mini puntitos cuasi granitos. Mas conocida como piel de gallina. El viento sopla, disimulas una lágrima. Ese odio interno brota conjunto a los granos. Odio a la nada que vos solo generaste.

Malditas ganas las de gritarte: QUÉ CARAJO QUERES HACER? QUERES MORIRTE? PORQUE SI ESO ES LO QUE QUERES, ENTONCES, ESTAS GANANDO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario