lunes, 5 de diciembre de 2011

Querida Paloma:

Me toca verte por el telescopio de la imaginación y sentirte mas cerca de lo que nunca pensé que te iba a poder sentir.
Del sueño al hecho, probablemente falten pasos largos pero amenos. Creo que ya somos dos los que te acurrucamos con el pensamiento.
Entonces acá estamos, tejiendo la enmarañada red de la sub-conciencia, esperando que llenes uno de los rincones que vamos compartiendo poco a poco.

Y vos:

Como me gusta verte entonando el estribillo de una canción, mirando al cielo esperando el día del milagro, del sueño compartido. Como me gusta verte esbozar la sonrisa de los amanecer compartidos, entre ojos cansados y videos sin sentido. Como me gusta levantarme de una pesadilla y que me estés abrazando. Como me gusta compartir cada segundo de mi existencia a tu lado.

Paseaba por pasillos iluminados y cada ser de mi vida se cruzaba por delante de mis ojos. Mi abuelo me dedicó una sonrisa abrazado a mi vieja, y yo no pude evitar no contener las lágrimas. Y al final del destino inevitable, de la muerte que jamás se apareció, estabas vos, saltando de adelante hacia atrás, materializando tus poderes mágicos. Concretabas la pregunta de la respuesta del SI y yo no pude ser mas feliz.

Esta vez me toca tocarte en sueños. Me toca pensarte y tener miedo cada vez que siento un insecto colorido en mi estómago. Me toca buscarte con el pensamiento y sentirte a mis espaldas, cuidándonos de cualquier posible problema.
Sea donde sea que estés, con quien sea que estés, te amo. Y me es imposible no hacerlo, sabiendo que el camino a buscarte, me guía la luz hermosa que jamás haya tenido.



Y vos, si me miras viajando desde la estrella fugaz de ayer, por favor nunca dejes de sonreírme. Tu falta se siente y a veces creo que debería llorarte más, pero algo me dice que es preferible luchar para que te sientas orgulloso de mí y dejar las lágrimas para otro momento.


Extraño tus abrazos y tu voz. Todavía recuerdo tu voz estridente en la mesa. Pero acá estamos, creando el futuro, y jamás me hubiese imaginado que no podrías verme emprender este camino. Pero tal vez si lo estás haciendo, y solo soy yo que no me doy cuenta que estás ahí.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un leve aroma a frutilla perdida y unos cansinos textos llenos de energías, me dieron esa extraña sensación de extrañamiento a Violeta y su inseparable amiga y esposa Ga.
Poco tiempo compartido, pero esa noche de Radiohead, galopante en mi cabeza, se extraña entre las nubes que cubren esta parte de Mordor.

Es que tengo un dibujo pendiente, una canción por cantar, un tema por aprender y unos fideos por cocinar.

Tal vez sea hora de volver a verlas explotar en algún rincón de la Capital.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La Silueta

Una silueta muda, vagaba expectante y silenciosa entre ruinas del paraíso perfecto de antaño.
Se abría paso entre los escombros, pateaba piedras chiquitas, se sentaba sobre las grandes, miraba hacia adelante y continuaba su marcha, añorando e idealizando cada pedazo de roca que se cruzaba en su camino.
Miraba hacia sus costados buscando algo, imperceptible detalle al ojo humano, pero claro y nítido ante las pupilas de la silueta, amarrada al callejón del nunca-jamás y del todo en uno.
Miraba, se adelantaba, se atrasaba y volvía a mirar.
Se llenaba de sabios consejos susurrados por el pasto, y alguna margarita naciente de entre los escombros.
Cuando la silueta se cansó de tanto levitar, apoyó tiernamente sus pies sobre la tierra, y dejó que el cálido sonido de su sombra rozando el pasto, estremezca su negra nuca.
Con el cuello un poco cansado y bastante dolorido de tanto observar la tierra, lo levantó suavemente y miro hacia el cielo. Una mezcla perturbadora formaba figuras mezcladas de las estrellas mas lindas de la noche, y los rayos mas cálidos del sol.
Reposando, se fue dejando llevar hacia donde los nuevos caminos la guiarán....cautivando las piedras de adelante, y haciendo escombros sus piedras pasadas.

martes, 25 de octubre de 2011



Me gusta detenerme y dejar las tareas a un lado, dedicarte un par de oraciones que te distraigan mientras yo me seco el pelo, para después seguir distrayéndote.
Creo que te robé un par de sueños mientras apoyaba mi cabeza en tu almohada, y EL gato..Ese gato sin nombre, se metió entre las sábanas, mientras buscaba defender las ilusiones, pero EL gato no sabe que soy yo ahora la guardiana de ellas.

Me gustan que tus ovejas estén al revés, patas para arriba, lanudas y hacia abajo. Así parecido a mi cabeza, cerca del piso, casi intentando llegar al núcleo de la tierra... Se dice que ahí no voy a sufrir del frío. Dicen... Nadie llegó a ese centro, nadie puede confirmarlo.
En fin...espero que esas ovejas tengan sus patas mas cerca del cielo. Añoran esponjosas nubes donde puedan saltar y hundirse...saltar....y hundirse.

Y entonces usurpé tu cama. Tímidamente al principio. Señora respetable cama, que cuida tu aura mientras vos descansas y vivís tu mundo paralelo. Creas situaciones que luego las traes a este plano.
Y tu cama al principio decidió ser tosca y dura... Pero finalmente comprendió que mi punto, se unió con tu punto, para generar esta gran bola pluscuamperfecta de vida, amor, ocio, miradas sinceras y risas sin sentidos.
Entonces tu cama comenzó a abrazarme lentamente, y me volví sumisa a ella. La ventana me regaló la medida justa de aire frío. Casi como ese sentimiento de dedos congelados que hacen que te obligues a taparte.
Las frazadas me acariciaron y si no hubieses bajado al gato de la cama, estoy bastante segura que se hubiera un hecho bollito y hubiese ronroneado al compás de mis musicales sueños.

"Demasiadas experiencias con gatos para vos que sos una inexperta con ellos"


Me gustaría saber que esconde su mirada analítica, que todo el tiempo profundiza en mis pupilas y cuida tu espalda...constantemente. Ese gato tiene secretos, profundos secretos, pero todavía no sé hablar gato como para que me los cuente.

Y así nos fuimos perdiendo, entre miradas gatunas, sonrisas de Chesire, frazadas mimosas y cuajos existenciales del amor naciente. O de la génesis del todo, que venía de la nada misma.

Gracioso es...que no encuentro un final exacto, una conclusión lógica para mi texto...y así espero que siga esto.... Sin un final, ni una conclusión....







lunes, 10 de octubre de 2011

Hablemos de magia
Y tengamos prudencia
Cerremos los ojos
Visualicemos el tema.
Me gusta que entiendas el concepto.
Sabes de que concepto hablo, claramente...
Si no...no estarías leyendo esto.
Me gustaría poder cantar este tema
En una habitación oscura
Medianoche
Un pedazo de amor caído del cielo
Y un poco de tu presencia a mi lado.
Seguramente para ese entonces
Mis ojeras no molesten demasiado.
La intimidad probablemente sea moneda corriente
Pero te voy a seguir mirando con mis ojos siempre.

jueves, 6 de octubre de 2011

Estimada y querida paranoia

Hemos atravesado tantos caminos juntas, que ya no sé que hacer si no estas acá. Locura total y absoluta, tengo que darte la espalda, solo por esta vez.
No creas que pretendo que vuelvas a mi vida en algún futuro cercano. No. Definitivamente No.
Soy tan inmensamente feliz últimamente, que creo que seguir alimentándote ya no me llenará como antes. Los llamados de atención ya no son lo mío y de a poquito algo dentro mío va creciendo. Ese algo que pide desprenderse de lo conocido y abalanzarse lentamente a lo nuevo, desconocido y paranormal. Tan paranormal que funcionará de la forma en que realmente me plazca y sucederá como mis manos lo planteen, lo formulen y moldeen.
No le temas a la perspectiva de desaparecer por completo, ambas sabemos que en este camino, ojos tan profundos no podrán separarnos, solamente quiero darme el gusto de probar un poco la libertad de sentir mi piel quemándose, aún cuando su presencia es lejana a la intimidad pura y absoluta de mi cuarto.

Estimada Lucía, te acordas todas aquellas charlas internas sobre la felicidad? Tantas duchas calientes nos abrazaron mientras mirábamos al techo degustando algo de comida china y dando vueltas sobre la silla esperando algo realmente fantástico.
Es el momento, lo sabes. Lentamente apoyalo sobre tu lengua y sentí el sabor de lo nuevo, de lo insospechado y de lo que jamás llegaste a imaginar. Alguna canción diría: El futuro llegó hace rato...

En fin, el futuro está acá...será entonces momento de estirar tus alas de pato lentamente y probar eso a lo que llaman volar.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Pasajero en extinción

Quería hacerme un lugar, darme un respiro literario y dedicarte alguna que otra frase. Desde ayer que siento que el espacio-tiempo de tus ojos, me hacen desear el sabor de las letras compenetrándose en lo profundo de mi mente.
Knock knock, golpea el esternón. Como disfruto cuando me miras y me sonreís a la distancia. Lo contraproducente que es mirarte directo y ver como se agrandan tus pupilas mientras tarareas alguna de nuestras canciones especiales.
Como me gusta darme vuelta y ver como me cuidas la espalda, como sutilmente me agarras por la cintura para que camine segura por el lado de la pared, como sabes cada pequeño detalle y me sorprendes sin la necesidad de dejar explicado que vas a hacerlo de alguna manera u otra.
Me gusta ver como la tenue y pequeña luz se refleja en tu perfecta sonrisa de papel, mientras en esa mezcla de seriedad anatómica y felicidad espiritual me decís todo eso que sentís.
Bienvenido ser humano, bienvenido a mi vida. Gracias por las miles de sonrisas que te dedicas en sacarme, incluso cuando no estás.
Te agarro de la mano, y mientras disfruto del paisaje que hice, voy dejando que vos vayas poniendo el matiz de tus colores a mi vida.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Estimado Doctor,

Hace varios días que vengo masticando este idea. La tengo en la punta de mi lengua, quiere asomarse, pero últimamente mi lengua está demasiado revolucionada y no tiene tiempo para pensar demasiado en la idea a medio formar.
Es que, Doctor, últimamente mi lengua dejó de preocuparse por chocarse contra mis dientes o de interponerse con mi comida y salir lastimada. Debe ser por eso que no termina de jugar con el pensamiento que vengo teniendo hace ya unos días. Es que mi lengua sabe, al igual que la suya, que esta idea en formación, en muy poco tiempo será tangible, y llegaremos al punto máximo de gustos por sentir.
La rugosidad del asunto, se mezcla con lo aterciopelado de las palabras que tanto le gusta decir. Tomemos la palabra "Marsupial". La conjunción de las letras, la leve vibración que se forma en los musculosos de atrás, le genera una suave frecuencia de placer a mi coronilla. Lo que mas me gusta de decir "Marsupial" es que no solo yo sé como se siente realmente, sino que usted sabe también que esto no es mi locura. O tal vez si y usted está igual de loco que yo.

Doctor, usted no se da una idea de lo que me gustaría leer algún artículo o ensayo de Ulises, su alter ego. No sé porque se me da que es rubio y fascista, todo eso que una persona como yo podría odiar y una persona como usted lo miraría de reojo y se regocijaría en su ignorancia. Y usted no tiene una idea como me gusta verlo cuando mira de reojo a la gente.

No se si lo había dicho antes, pero tener que tirar mi cabeza hacia atrás para verlo, no ha empeorado mis cervicales, mas bien creo que las ha ayudado. Me gusta mirarte con ojos de quinceañera ilusionada y pensar: es él, es el único, va a estar acá siempre.

Así que ya sabe Doctor...Continúe diciendo Marsupial y mirando de reojo un poco inquieto, que yo lo estaré mirando mientras usted arma El Huracán.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Ridiculez

Me hubiese gustado escribirte desde tu confinamiento en los países raros del norte, pero la verdad es que estaba masticando la idea general que se termina de desprender hoy.
Entonces, en tu ida y venida complicada, mientras intentabas que te quede un poco de cabellera (por cierto, que ha pasado con ese pelo estimada Violeta?), yo estaba acá dejando a mis pelos quietos. Creo que ya te lo mencioné antes, pero siempre vale la pena remarcarlo Doctora.
Seguí sus consejos, sonreí bastante, en momentos hasta me dolió la panza de tanto reírme. Le abrí las puertas a la mística de lo que-yo-quiero-que-suceda. Casi le diría, que el Gato de Chesire tiene diminutos dientes frente a semejante sonrisa que tengo para mostrarle al mundo.

Estimada Violeta, que ganas de compartir estos pequeños/grandes momentos con usted. Resulta que ahora, mi universo se expande en, también, una pequeña gran cosa.
Me pongo a rememorar (últimamente lo hago bastante seguido) y todavía no puedo creer los hechos de las últimas semanas.

No solo tengo una invasión de patos en mi alma, sino que definitivamente algo de calor me volvió al cuerpo. No es que haya estado muerta, claramente se habría enterado de eso, en el caso de que hubiese sucedido. O tal vez si estuve muerta, y me desperté de mi catalepsia hace un par de semanas. De todas formas, no sabe lo mágico que es tener 140 caracteres solo para usted. O para ambos. "Nosotros" también empezó a sonar lindo. "Familia" es una palabra que ahora se compone de todos los ingredientes que usted quiera ponerle. En Buenos Aires resuena la frase: "Esta familia esta muy salada, debería de ponerle mas amigos". Entonces uno va mezclando y encuentra el punto justo, un poco de eso, otro poco de aquello... La combinación perfecta para erradicar lo que sea que le esté sucediendo a ese enmarañado pelo.
No me mal entienda Violeta, el color es vibrante y hasta esponjoso... Pero que pasó con la forma? Me extraña. Igual creo que está guardando sus colmillos en la mesa de luz, debajo del cenicero, a la izquierda de las pastillas y probablemente esté acurrucando a la tranquilidad a la derecha, debajo de su nuevo acolchado.

Mientras tanto, yo solo puedo decirle, que tengo sonrisas para regalarle de vuelta yun poco menos de nicotina también (el cigarrillo me abandonó, me dijo que se fue a comprar hombres y jamás volvió).

viernes, 19 de agosto de 2011

Buenos días, Buenas Noches

Y te doy la bienvenida, mientras te despido con un beso para que descanses.


Bienvenido, buenas noches y buenos días. Acá todo se mezcla mientras se imagina.




Tercera...Siempre al servicio de la comunidad de las sonrisas


viernes, 12 de agosto de 2011

Entonces...Dónde fue que dijiste que se va a ocultar tu hombría perdida?
O tal vez la inocencia de la que nunca te jactaste.

Son esas vueltas locas de la vida.
Creo que mirarte me facilita el pensamiento, y la negación.

"Cuidado con los brujos, vos".
Siempre acertando, estimada Violeta.

Pero a la gente con poderes soberbios, se les quita.
Aprender a utilizarlos con la inocencia infantil.
Ponerlos en tus manos, amasarlos, olerlos y saborearlos. Reconocer el error y la virtud. Pintarlos, darles el color que mas feliz haga a tus pupilas.

miércoles, 27 de julio de 2011

Utilizar la nariz...

...Para oler el mal, o detenerse a hundirse en un pétalo de jazmín, o de una rosa.


Todo se basa en utilizar la nariz. Cerrar los ojos, respirar profundo, invitar al oxígeno a la fiesta de las fosas nasales. Abrirlas, experimentar el sabor, dentro de la mismísima nariz. Todo ahí adentro.

Y cuando tengamos suficiente sobre aromas, oxígenos y gelatina de aire, entonces pasaremos a los estornudos. Largaremos eso que a los pulmones les molesta, les pica o les cae mal. Gritaremos para luego relajarnos y hacer mas espacio para otras maravillas.

De eso se trata... De utilizar la nariz.

jueves, 14 de julio de 2011

Crispada. Crispada. Crispada.
Brujas presumidas, o brujas inexpertas, o ninguna bruja de ninguna manera.
Me crispó.
Un gato salió de adentro mio, gruñó, y se crispó.
Estúpidas decisiones que tiene la gente a la hora de hablar.


Sigo crispada. Lo siento entre medio de las vértebras de mi cuello. Habla mal de mí, debería de haberle enseñado que esas cosas no se hacen.
Creo que ni una mano puede contar la gente que pueda acariciar mi aura con mucho amor y mucho cariño.
Sigo crispada.
Estúpido odio el que tengo.
CON MI AURA NO.



CRISPADA, CRISPADA, CRISPADA.

Y va buscando tarotistas en santerías. Va buscando que le cumplan el sueño de su vida. Va buscando un rumbo.
Estúpida manera de leer a la gente. Yo sabía que había algo... Había algo ahí.
Nadie que te catalogue como su amiga de la old school después de dos semanas de conocerse puede ser bueno.
Me reí. Pero hoy me crispó. Vibró en algo diferente. Casi que con una maldad premeditada.
Y salió el gato, y ahora anda paseándose por el escritorio, de una punta a la otra. Y me mira, me vigila. El gato esta ahí, entre mis piernas. Esperando para saltar y volver a crisparse.


Esta bien. Tal vez la "crispación" se esté yendo en este momento.

domingo, 10 de julio de 2011

Buenas Noches!

Mientras el frío picaba lentamente mis huesos, miré hacía un costado y algo pasó por delante nuestro.
Nuestro.
Decía...Pasó, por adelante...nuestro.
Nuestro.
Entonces, le abrimos...
No.
Le abrí...Si...Le abrí paso por delante nuestro.
Nuestro.
Le abrí paso por delante nuestro porque parecía indefenso. Y lo era, o al menos eso parecía.
Así que la abrí paso, y algo trajo. Seguro trajo el frío que picaba mis huesos. O que picaba nuestros huesos.
Nuestros. Frío. Trajo.
Él trajo, nuestro frío, que picaba mis huesos.

Buenas Noches...otra vez

Extraña sensación me brindas. Nos brindamos.
Te brindo.
Hablando de brindar, me olvidé de levantar la copa mientras te veía agarrarte un dedo. Me olvidé de decirte que abrías las puertas a una noche mágica.
Abrías. Abriste.
Todo tuyo, nada mío.

Entonces...No tengo una copa ahora para brindar en tu conciencia, con tu conciencia o con la conciencia del mundo. Pero levanto, mi copa imaginaria, de cristal imaginario, con coca cola imaginaria, y me remonto al momento.
Ese...Momento.
Tu...Momento.
De diálogos perdidos, y cosas raras. Y gente rara.
Rara gente, perdida, entabla diálogos.

Entonces te comunicaste. Y dijiste, y yo te escuché.
Y los dos...los dos estábamos ahí.
Y algo pasó. No sé bien que fue, pero algo pasó.

Y ahora, creo que me ahogo, muero y vuelvo a nacer.

Siento que estoy diciendo cosas sin sentido...Eso siento la mayoría de las veces.

miércoles, 6 de julio de 2011

Bienvenido

Hay cosas, que son cosas. Que no paran de ser cosas.
Mi universo, está repleto de cosas. De cosas que pasan a ser grandes cosas, cuando las toco, cuando se derriten entre mis dedos escamados. Cuando pasan entre mis escamas, y se hunden en mis pulmones, poco a poco van formando una masa gelatinosa, que pasa a líquida, y se va arrastrando, verde, por las paredes de mi cuerpo. De mi tráquea, de mi boca y de mis labios.
Escupo....escupo todo. Escupo mis cosas, escupo la calle, escupo para arriba, me cae en la frente, hierve y se evapora.
Mi universo, como te contaba, está lleno de misterios simples de resolver. Mi mente, es un laberinto de la revista Billiken. Y todos sabemos que esos se resuelven mas fácil si vas desde el final, hasta el comienzo.
Y las canciones. Las canciones tomaron un gusto diferente en la parte de atrás de mi boca. Son vecinas de mis muelas, y de mi diente de leche. Forman burbujas, de colores, que viven en la parte de atrás de mi garganta. Jamás había tenido la sensación de saborear burbujas de colores.

En fin...te contaba...las canciones, las escucho...y las dejo de escuchar, y las vuelvo a repetir. Hay algo de vos en todo esto, en el aire, en el humo, en el techo. En las cosas que se cuelan entre mis nudillos cortados, en lo multicolor de mi garganta. Hay algo, algo hay.
Y busco encontrarte en alguna canción, o en dos, o en tres, o en cuatro, o en veinte. Este sentimiento es bastante imparable.
Y cuando te encuentro, cuando encuentro la frecuencia perfecta, de perfecta vibración, de perfecta armonía, de un perfecto Sol alegre, que se asoma después del Fa, viejo y dominguero...y después de hacerlo, su peso vuelve a caer sobre mi nuca.





-Creí que ya me había librado de vos.- Le dije, mirándolo de reojo

-Eso es lo que vos pensabas.- Contesta con su acertada ignorancia

-Dije que basta.





Si lees estas líneas, en algún rincón de tu mente, o tal vez en el sector norte de tu hígado, seguramente comprendas que hay canciones que ya no suenan iguales a como sonaban antes.
El cambio, el verde, el ocho y Sol. Ya no es lo mismo.

martes, 21 de junio de 2011

Las Alas

El proceso de crecimiento de alas en la espalda, es doloroso. La piel se resquebraja, y se empieza a curtir, algo así como el cuero mal tratado. Se abren grietas, y caen escamas de un pasado que no siempre fue mejor.
Poco a poco, asoman lo que serán dos alas lo suficientemente poderosas como para salir volando y agitar el polvo de alrededor.
Miro un poco hacia atrás, y veo como esa hada agita su varita, de un lado hacia el otro. Va curando mi espalda cargada de tormentos, propios y ajenos. Silba una melodía, y apoya sus manos. Se siente un calor agradable, en la espalda y la garganta.
Por que el crecimiento de alas, es un proceso que conlleva unicornios, hadas y dinosaurios.
Mientras se abren dos grietas en mi espalda, sufro lágrima a lágrima el dolor y el sacrificio que conlleva el querer volar.
Mientras tanto, un ángel me visita. Deshace mi cama, revuelve mis sábanas y me cierra los ojos. Tal vez después de todo esto, consiga el descanso que tanto merezco, y unos brazos calientes para pasar el invierno.

Bienvenidas sean alas, todavía me hacen llorar por las noches cuando encastran sus raíces entre mis costillas...Pero el dolor próximamente mutará en sonrisas.

domingo, 12 de junio de 2011

A veces me gustaría no ahogarme tanto, en medio de las melodías diarias que me regalas.
Aparentemente encontré mi voz, esa que tanto buscaba. Pero perdí todo aquello que me rodeaba de tanta gratitud e inocencia. Quiero soltarte la mano, esa que me empezó a guiar hace un par de meses, y que me cubre de seguridad. Esa mano que me obliga a mirar hacia adelante, porque de vez en cuando se siente bien saber que te tengo cubriéndome la espalda.

Un brote psicótico vuelve a nacer en mí. Me paré frente al destino y le dije que no quería lo que él me pautaba, le dije que iba a hacer lo que yo quería. Y quería disfrutar el viaje. O ese trayecto hacia lo que aparentemente va a suceder.
Y mientras recito profecías, que parecen cumplirse, me hundo un poco mas en la depresión de tenerte lejos y que estés casi tan frío como el cadáver que te gustaría ser.

jueves, 21 de abril de 2011

El tiempo.

Parece haberse esfumado, o lo perdí en algún viaje de esos donde mi mochila pesaba, llena de cuadernos, de libros por hacer y de poemas por escribir.

El tiempo.

Me saqué el reloj, y desde que lo hice duermo mejor de noche.

Pero sigue estando. Mira por debajo de la cama, con sus ojos grandes y abiertos. Muy caricaturesco. Me mira, me inspecciona, se mete por debajo de las sabanas y es mas tiempo todavía cuando duermo.

Me aprieta la mandíbula, me curva la espalda, me late la cabeza.

Todo eso, lo hace el tiempo.

domingo, 27 de marzo de 2011

Dos cafes en Paris

Aquella mañana, el sol levantó a Sophie atravesando sus rayos por la ventana. Sin dar ni una pista de que todo iba a cambiar, dejó que la acciones fluyan, como lo hacían diariamente.
Tomó su café con una gota de leche y tres cucharadas de azúcar. Agarró sus apuntes, su cartera y sus llaves, que estratégicamente se encontraban al lado de la puerta. La cerró y se dirigió hacia su auto, sin siquiera saber que en el momento en que apagase el motor, todo iba a cambiar.
Recorrió las calles de Paris, sabiendo que ese era el primer día de su nueva vida, lo que jamás pensó, es que ese mismo día el amor tocaría su puerta. Sin siquiera notarlo y casi por inercia, llegó a su destino. El garage a la vuelta del hospital la esperaba. Sin conocer demasiado el camino, siguió derecho, pasando por alto la señal de contra mano. Terminó de estacionar y una figura un tanto rústica, pero con una maravillosa sonrisa estaba observándola desde el otro lado.
Levantando la ventanilla, miró a aquel extraño personaje, cuya mirada casi atravesaba su alma.
Agarrando sus cosas, la puerta se abrió. Tosco, sonriente, y un poco desafinado era el caballero. Lo terminó de comprobar cuando, con el picaporte en la mano y una sonrisa a medio estrenar, empezó a tararear una canción.
Dedicándole una sonrisa y un elogio, subió las escaleras y se esfumó entre las calles, en busca de su primer día como paramédica.
Pensando en las mil cosas que podrían llegar a pasar ese día, la cantidad de mujeres u hombres a los que salvaría, no logró escuchar que detrás de ella, mil pasos agigantados buscaban encontrarla para invitarla a tomar un café. Jamás escuchó como esos pies pisaban firme la calle, en busca de una respuesta afirmativa.
Merodeó en la ambulancia varias horas, fue de aquí para allá. Vió muchas caras y otras tantas prefirió ignorarlas.
Hasta el momento en que la radio sonó. Informaban de una persona en grave estado, herida de bala, culpa de un intento de robo.
Doblaron a la izquierda, hicieron varios metros derecho, a toda velocidad y con las sirenas encendidas. En un parpadeo llegaron a la plaza donde todo había ocurrido. Bajó su botiquín, mientras sus compañeros bajaban la camilla. Se abrió paso entre la gente y ahí lo vió tendido. En el piso estaba esa media sonrisa a estrenar que conoció hacia apenas unas horas. Ahí estaba aquel personaje desafinado.
Como sin ningún rastro de plomo hubiese atravesado su cuerpo, le preguntó si finalmente tomaría el café con él. Y Sophie, que todavía no podía separar sus emociones, de sus pacientes, no lo dudó y pidió dos cafes, para compartir con aquel extraño personaje.
Habiéndole cumplido su deseo, habiéndole dado la respuesta afirmativa que tanto buscó todo el día, aquel extraño y desafinado ser le dedicó una última sonrisa a Sophie, y mientras una sensación de paz se adueñaba de su interior, y un escalofriante frío recorría sus últimos centímetros de piel, cerró sus ojos, dio un respiro final y murió.
El café llegó minutos mas tardes, y mientras Sophie no podía controlar su pulso, finalmente comprendió que efectivamente ese había sido el primer día, de su nueva vida.




Pequeño trabajo de guión, basado en un corto sobre barrios de Paris, cuyo nombre no recuerdo =D.

viernes, 11 de marzo de 2011

Al final Violeta tenía razón

En este aparente camino hacia la madurez, que no es mas que la inevitable muerte, me encuentro con cosas que no sé de dónde salen.
Al final, Violeta tenía razón. Y en uno de sus momentos violetos (si, violetOs) me hizo dar cuenta de estoy casi viviendo en la casita de Barbie, con la semejante cantidad de cosas artificiales, sin importancia y vergonzosas que están pasando alrededor mio.

Horribles malestares físicos, dolores de cabeza, aparentes citas que terminan pasadas por agua con un random al cual no tendría que haber visto. Rusos de peluches que se hacen los rígidos y bajan la cabeza por la mañana. Acumulación de sueño y poco motivación. Caminar es un suplicio y tomarme el bondi es cada vez mas molesto, teniendo en cuenta que la gente común me molesta. Sus miradas comunes me molestan, su penetrante olor a común me da asco. Su normalidad, me parece idiota.

Y así es como de repente, todo se volvió inútil, sarcástico, un chiste de la vida en mi cara. Un grito pelado, una mirada cruda y un corazón bastante cansado.

PERO, aparentemente en todo lo malo hay algo bueno. Después de darme cuenta que efectivamente dejé de valorar la vida, el cariño, el afecto, el esfuerzo por la búsqueda constante de mejora de mi ser, del mundo y del universo. Después de desplazar a las sonrisas del corazón y darle lugar a las sonrisas cínicas. Después de todo eso, algo brotó cuando me miré al espejo esa noche y me dí cuenta que la mayor parte de mi ser, se había perdido en algún momento que todavía no logro distinguir cuál fue.

Violeta, lo hizo de vuelta. Tuvo nuevamente la razón, con su sabiduría y sus momentos de crudeza. Lo hizo de vuelta. Y yo, también lo hice de vuelta. Pero qué es de esta vida si uno no se cae y se vuelve a levantar?.

martes, 15 de febrero de 2011

Pase usted a la oscuridad mas profunda que haya podido vivir. Y, si luego de verla cara a cara, no tiene miedo...Continúe con su vida como si nada de esto hubiese sucedido.
Deje la frustración de lado, los enojos y las lágrimas para otro momento.
Hoy la noche se estrelló mas,
y debe ser porque golpeó con mi cabeza
su mas duro puño de alma y letra.

Siéntase usted cómodo de derribar paredes y volverlas a construir,
de tener miedo y escupir.

Todo lo que usted ha tenido, podrá ser borrado fácilmente
Solamente es la palabra justa,
la mirada profunda
en el momento mas indicado.

Venga y vomite con nosotros.

martes, 1 de febrero de 2011

Estaba sentada en algo que no se parece nada a una playa. Tiene agua, tiene el sol que ya quiebra mi piel. Me toma, me llama, me pega y después me mima.
Le pedí al viento que sople un poco mas fuerte, en señal de que mi deseo estaba en camino, y así lo hizo. Lo que antes era el fondo, ahora era una pequeña película de olas, que no me dejaban ver lo que ya había visto, entonces no podías saber con exactitud si el suelo estaba abajo, o estaba arriba.
De todas formas estiré las manos hacia atrás, y disfruté esa soledad que me abrazaba friamente, con el sol pegando de frente y una canción que soñaba de lejos. Soñaba?. Quise decir sonada, y que a mí me hacía soñar.
Me senté en ese lugar, que me regaló llantos, risas, nicotina y un cielo violeta. Me senté sola, como lo hago mayor parte de las veces, solamente para disfrutar el silencio y mis auriculares rosas.
Vengo de una seguidilla de cosas en mi vida, que no me desestabilizan, mas bien me reviven, me dicen que sigo siendo humana, que puedo reir, llorar y aborrecer el costumbrismo. Me dicen que todavía puedo amar, o al menos intentar algo parecido a eso.
Toqué la arena, saboreé al mar lentamente, me amigué con la noche, hice el amor con el sueño, indagué las mentes de las personas que se me acercaban. Reí por el simple hecho de hacerlo. Me mostré de vuelta, como la loca de pensamientos absurdos que una vez supo cautivar a un alma pérdida de la zona oeste.
Perdoné mis errores, y cometí algunos nuevos. Probé la victoria, la derrota y perdoné sinceramente.
Le pegué a las veredas, me enojé y hablé. Me comuniqué a 300 kilómetros de distancia, y a hora también lo hago aunque no estes acá y yo si.
Te quise, te odié, quise al mundo y lo escupí. Meché un par de mates de yerbas compradas en dietéticas, y me volví a encontrar conmigo misma. Prueba de eso, es ese cacho de metal al que siempre le dí la espalda, y que ahora parece que vuelve a ser mi amigo.
Dejé de pensar por el resto, de dejar de hacer las cosas por el murmullo ajeno. Patiné por las calles abarrotadas de gente, y me hundí en el mas profundo silencio cuando así lo quise.

lunes, 3 de enero de 2011

Del piso 24...

Historias de las mañanas que nunca despiertan.

Entre gritos que se hunden entre la madera vencida de una ya oficina hundida un poco en la depresión, otro poco en la alegría. Algo se haya en la gente, entre el ruido ahogado de los sueños que están despertando. Algo despierta en la juventud perdida de la mayoría de los habitantes del piso 24. Pasan, suben, bajan, cierran, abren, caen y se vuelven a levantar.

Abren los ojos, cierran los bares, gritan en la noche cegada por las luces de la Avenida. No quiero verte, ya no mas.
No quiero seguir siendo absorvida por la silla que se me pegotea en las piernas, mientras miro recelosa al aire acondicionado que no me da un solo respiro de la frustración y de los aires que provienen de la cocina.

Ya no mas!.

Algún auto didacta recita promesas que se las lleva el viento, que sopla mas fuerte desde que es Verano. Por momentos me recuerda a una película bastante pochoclera, pero a nadie le importa, porque cada uno es tan uno solo que ya no pueden ver mas allá de sus propias fosas nasales, recubiertas de una mucosa verde, sacada de vaya-a-saber-uno-el-lugar.

Silban entre canciones bizarras, y uno y media se encuentran, se desencuentran y se deshacen porque hacerse es demasiado difícil para que ya dejes de verlo. Vomitan historias que dan miedo, de lugares no tan lejanos y bajan, se entierran, mueren y vuelven a nacer, porque esa es la química de este lugar.

Y entre medio de tanto alboroto camuflado con tres gritos pelados al aire, se abre un poco de la tiniebla y se observan a la distancia el miedo y la impotencia. Pensando cuando será el momento oportuno de jugar la carta de la furia, y que todo termine en algún beso perdido, en algún rincón de telarañas tejidas por los mas intrépidos animalejos.

Gritos de furia, lágrimas de sangre, puños de cemento.