viernes, 23 de julio de 2010

Por que lo vas a leer

Sé, porque algo adentro mío me indica que es así, y por tus ojos encandilados así me lo dijeron, que probablemente en algún momento leas esto.
Y, cómo sé que lo vas a hacer, así como también sabes que prefiero mirar una cuota del techo que me protege, antes que vomitar estas palabras entre algún beso perdido, te lo escribo. Porque también sé que va a quedar guardado en tu retina por un tiempo, vas a analizarlo, y vas a descartar aquellas cosas que no te llenen lo suficiente, y vas a multiplicar aquellas que logren sanar un poco de las heridas que todavía queman, y se te notan en la piel.
Lo dice esa parte de mi pansa.
Durante muchos meses, duros meses, pensé que no podía llegar a existir una persona tan mágica como vos. Vos sabes que sos mágico, y sabes que me gusta que te hagas el idiota con respecto a estas cosas. No necesito demasiado tiempo para saber que sin siquiera tener noción, ya sabías que esto iba a pasar.
Y supiste, como endulzar dulcemente un cacho de mi alma y de mi corazón, que tenía tirado por algún rincón de mi cuarto vacío.
Y sabes, como hacerme esperar en ciertos momentos, y como descolocarme, romper los esquemas, y volverlos a construir con tan solo una mirada.

Y es así. No creo en las casualidades, no creo que todo lo que pasó atrás, sea un factor secundario, para todo lo que pasó este...mes(?).
Y me encantaría, que se te ocurra venir a verme. Porque, como te dije hoy y no supe explicarme, el objeto material, no reemplaza tu presencia cerca mio. Lo del medio, es una excusa para intentar acercarme, observarte y querer descifrar el enigma que sos, mientras disfruto de tu compañía.

No sé que va a pasar mañana. Realmente no lo sé. Me gustaría tener la respuesta a eso, pero la incertidumbre general, carcome los sesos y los escurre a través de mis ojos.

Solamente espero, que no tengas que pensar lo que sea que estes pensando. Y que también, dejes de perder un poco el juego.

domingo, 18 de julio de 2010

Y es así como terminan una semana opuesta, a la semana de mañana. Una cierta nostalgia se hizo espacio entre mis costillas, mirando a todos a los ojos, y agradeciendo por tener a cada uno de esos seres, todos los días, a mi lado, queriéndonos de esa forma tan especial, que requiere de tirarse objetos contundentes y buscar nuestros puntos mas frágiles y jugar con ellos. Jugar con ellos, hasta el punto en que se vuelve plastilina, los formamos como queremos, y ahí se ven ellos, los problemas, y nuestras actitudes negativas.
Brazos abiertos a los monos, que tanto cariño en forma de patada me dan.
Y encontrar, lo que supongo que será, alguna forma de cariño, que salió de un deseo, que dejé tirado en el cajón del olvido. Ese cajón, que olvidamos donde está, y que el día que lo encontremos, pasará a ser automáticamente la caja de pandora, donde vamos a encontrar un router, la mac mini que me llevó a la gente que hoy amo, y a un sysup borracho pero para nada juzgado.
Y salió de ahí, de un instinto nuevo que apareció entre mis entrañas, de buscar un golpe consumista, y todas las cosas que me rodean, me llevan a esa forma extraña, que todavía no entiendo, y tampoco me esmero mucho por hacerlo.
Y así se cerró la semana. Con un poco de cariño, y otras tantas emociones removidas, y que me dieron un certificado en Reiki por hacerlo. SI. Reiki. Emociones. Viajes internos.

Y acá estoy, esperandome dormirme, para empezar la semana del cambio radical. Cerrar las etapas que se abrieron, de las heridas que aparecieron, por un fin de semana que en mi mente vive y quema todos los días, y cuyo protagonista masculino, simplemente se olvidó de eso. Y el viernes, termino. Y aunque el dolor, probablemente sea mas físico que emocional, siento que cuando se vaya ese quiste, con esa misma pelota, se irán todos estos dolores y lastimaduras del alma. Todas esas lágrimas universales que el cielo derrama este domingo. Todo, todo eso, se va a ir. Y le prometo, a todos aquellos que me van a acompañar, recibirlos con una sonrisa, de esas que Violeta Cosa me enseñó a hacerle a la gente del bondi.

martes, 13 de julio de 2010

A vos y a él

Esa sonrisa inesperada, que tanto deseaba, y que tanto miedo me da. Me sonríe desde lejos, y yo de acá le pido que por favor no me atraiga a ese Viernes, porque el miedo me penetra como el frío se mete por mi campera. Y la ley de las cosas universales me trata desquiciadamente, y me arrastra los días por la arena del tiempo, y se sonríe a mis espaldas. Tanto tiempo jugo con él mismo, que cuando necesitaba que pase, logró estirarse, y ahora que necesito que se quede, se derrite, como si alguien estuviese fundiendo mi chocolate preferido entre mis manos.
Tantos temores alrededor mio, tantas cosas que no me atrevo a hacer, y acá estoy de vuelta, con algo que simulan ser unas pantuflas, preguntándome si ese CD de Alanis volvió a mí porque sí, o volvió a mí porque todavía queda un poco de esperanza, de algún quedado, en algún llanto perdido.
Y hoy creo que no debo callarme nada.
Porque la sopa me revolucionó, y el frío se hizo mi enemigo mortal, en estas noches donde imperan sueños horribles, de personas que ya no están, y lloro a la distancia su ausencia, su no presencia.
Tantas cosas cambiaron en un año, cosas que no me merecía, personas que el año pasado me abrazaban, y ahora no están en este tiempo, y si están, yo solo soy un simple recuerdo, de esos que uno le pide al cielo que por favor borren lo antes posible.

Todas esas noches, donde pedía a gritos una campera mas, tu campera, ESA campera. Todas esas noches donde simulaba temblarte al oido, solo para poder respirar un poco de ese perfume, que se metía entre mis entrañas y armaba un remolino de nicotina y hombre entre mis pulmones, y calefaccionaba mi corazón.

Todas esas cosas que intenté decirte mientras vos estabas, y él también estaba. Y no estaba en su cama, estaba en un sillón, pidiéndome a gritos, con los ojos enmarcados en lágrimas, que lo ayudara a salir de la prisión de su cuerpo, que su alma encerraba, y que ya no necesitaba estar en este mundo, porque personas tan inteligentes como él, no pertenecen a este tramo.

Y ahora te lloro a vos, y a vos también. Porque tengo esa necesidad de meter mis manos entre tu enmarañado pelo y dormirme a las tres de la mañana, mientras escucho entre respiraciones, algún delirio del REM. Porque necesito apoyarme, cinco minutos en tu hombro, y decirte lo que te extraño a vos, y contante de la perdida que aqueja mi corazón, que ya bastante cansado esta, de remar contra la corriente, y las almas que lo prejuzgan, por intentar ser solamente alguien diferente, y no una mas del montón.

sábado, 10 de julio de 2010

Melt

Con solo escuchar un acorde a lo lejos, se me antoja comenzar a derretirme y hundirme entre algún espacio que esté dispuesto a recibirme, y que me deje atraparlo suavemente.

miércoles, 7 de julio de 2010

Y fue así como lo decidí...

Como nunca lo hice. El vaso tenía esa especie de frío convertido en líquido, de ese que forma la base del vaso en la mesa, y se pega a la servilleta, amante del líquido que chorrea a través de burbujeantes pociones, mezcladas con hielo y una pajita que tienta a morderse a si misma.
Las decisiones se toman piernas en la mesa, y observando a la multitud. Jugando con el destino, mientras se largan palabras random al aire, pidiéndole a la desgracia un poco de respiro entre la nicotina, y un poco menos de manos alrededor mi cuello.
Si fuese por mí, ya hubiese decidido que el calor empiece a sofocarme un poco. El calor representa a Diciembre, en Diciembre termina el año, y yo necesito sacarme esta mochila de malestares generales de una vez por todas. Piernas en la mesa y comunicados de por medio, decidí algo que todavía no logro entender muy bien. Pero está entre medio de ser yo, y una parva de idioteces lo suficientemente grande como para yo no importarme nada y todo al mismo tiempo.
El vaso amaga con suicidarse en el piso, y entre la multitud el destino comienza a entrelazarse entre lo que parece ser mi cuerpo, y un poco de pelo. Es como si el humo de un mago ancestral, empieza a entrar por mis fosas nasales, baja a mi garganta, y comienza a corretear por mi tráquea y se adueña de ella. La hace volar un rato, recupera las notas musicales perdidas en alguna copa de más. Baja al estómago, y se sumerge en cuanto líquido estomacal encuentra. El humo toma mi cuerpo, y yo sigo con las piernas sobre la mesa, esperando decidir, lo que sea que esté diciendo.

sábado, 3 de julio de 2010

Corta la oscuridad con su mirada desafiante. Comienza a derramar una gota de sangre lentamente. Se acuclilla sobre su propia victoria. Abrazándose las piernas desea nunca haber vivido todo lo que vivió. Desea que la vida de caja sea mas accesible, con menos problemas, desea una vida normal.

La oscuridad vuelva a amenazarla, vuela a perforarla con una bala. Esa alma se siente vacía, tiene hambre de gloria, sedienta de todo, agarra sus deseos y lentamente los destruye con una sola mano. Mientras los pedazos de vidrio se hacen espacio entre el líquido hermosamente transparente y brillante, comienza a rearmarlos lentamente, a su gusto.

Con pedazos de sueños mal armados, con la poca esperanza, con la oscuridad flotando a su alrededor, se levanta lentamente, se tambalea, se apoya en sus miedos, y se abre paso a su hermosa caja que la espera recostada añorando el nuevo día.