miércoles, 27 de julio de 2011

Utilizar la nariz...

...Para oler el mal, o detenerse a hundirse en un pétalo de jazmín, o de una rosa.


Todo se basa en utilizar la nariz. Cerrar los ojos, respirar profundo, invitar al oxígeno a la fiesta de las fosas nasales. Abrirlas, experimentar el sabor, dentro de la mismísima nariz. Todo ahí adentro.

Y cuando tengamos suficiente sobre aromas, oxígenos y gelatina de aire, entonces pasaremos a los estornudos. Largaremos eso que a los pulmones les molesta, les pica o les cae mal. Gritaremos para luego relajarnos y hacer mas espacio para otras maravillas.

De eso se trata... De utilizar la nariz.

jueves, 14 de julio de 2011

Crispada. Crispada. Crispada.
Brujas presumidas, o brujas inexpertas, o ninguna bruja de ninguna manera.
Me crispó.
Un gato salió de adentro mio, gruñó, y se crispó.
Estúpidas decisiones que tiene la gente a la hora de hablar.


Sigo crispada. Lo siento entre medio de las vértebras de mi cuello. Habla mal de mí, debería de haberle enseñado que esas cosas no se hacen.
Creo que ni una mano puede contar la gente que pueda acariciar mi aura con mucho amor y mucho cariño.
Sigo crispada.
Estúpido odio el que tengo.
CON MI AURA NO.



CRISPADA, CRISPADA, CRISPADA.

Y va buscando tarotistas en santerías. Va buscando que le cumplan el sueño de su vida. Va buscando un rumbo.
Estúpida manera de leer a la gente. Yo sabía que había algo... Había algo ahí.
Nadie que te catalogue como su amiga de la old school después de dos semanas de conocerse puede ser bueno.
Me reí. Pero hoy me crispó. Vibró en algo diferente. Casi que con una maldad premeditada.
Y salió el gato, y ahora anda paseándose por el escritorio, de una punta a la otra. Y me mira, me vigila. El gato esta ahí, entre mis piernas. Esperando para saltar y volver a crisparse.


Esta bien. Tal vez la "crispación" se esté yendo en este momento.

domingo, 10 de julio de 2011

Buenas Noches!

Mientras el frío picaba lentamente mis huesos, miré hacía un costado y algo pasó por delante nuestro.
Nuestro.
Decía...Pasó, por adelante...nuestro.
Nuestro.
Entonces, le abrimos...
No.
Le abrí...Si...Le abrí paso por delante nuestro.
Nuestro.
Le abrí paso por delante nuestro porque parecía indefenso. Y lo era, o al menos eso parecía.
Así que la abrí paso, y algo trajo. Seguro trajo el frío que picaba mis huesos. O que picaba nuestros huesos.
Nuestros. Frío. Trajo.
Él trajo, nuestro frío, que picaba mis huesos.

Buenas Noches...otra vez

Extraña sensación me brindas. Nos brindamos.
Te brindo.
Hablando de brindar, me olvidé de levantar la copa mientras te veía agarrarte un dedo. Me olvidé de decirte que abrías las puertas a una noche mágica.
Abrías. Abriste.
Todo tuyo, nada mío.

Entonces...No tengo una copa ahora para brindar en tu conciencia, con tu conciencia o con la conciencia del mundo. Pero levanto, mi copa imaginaria, de cristal imaginario, con coca cola imaginaria, y me remonto al momento.
Ese...Momento.
Tu...Momento.
De diálogos perdidos, y cosas raras. Y gente rara.
Rara gente, perdida, entabla diálogos.

Entonces te comunicaste. Y dijiste, y yo te escuché.
Y los dos...los dos estábamos ahí.
Y algo pasó. No sé bien que fue, pero algo pasó.

Y ahora, creo que me ahogo, muero y vuelvo a nacer.

Siento que estoy diciendo cosas sin sentido...Eso siento la mayoría de las veces.

miércoles, 6 de julio de 2011

Bienvenido

Hay cosas, que son cosas. Que no paran de ser cosas.
Mi universo, está repleto de cosas. De cosas que pasan a ser grandes cosas, cuando las toco, cuando se derriten entre mis dedos escamados. Cuando pasan entre mis escamas, y se hunden en mis pulmones, poco a poco van formando una masa gelatinosa, que pasa a líquida, y se va arrastrando, verde, por las paredes de mi cuerpo. De mi tráquea, de mi boca y de mis labios.
Escupo....escupo todo. Escupo mis cosas, escupo la calle, escupo para arriba, me cae en la frente, hierve y se evapora.
Mi universo, como te contaba, está lleno de misterios simples de resolver. Mi mente, es un laberinto de la revista Billiken. Y todos sabemos que esos se resuelven mas fácil si vas desde el final, hasta el comienzo.
Y las canciones. Las canciones tomaron un gusto diferente en la parte de atrás de mi boca. Son vecinas de mis muelas, y de mi diente de leche. Forman burbujas, de colores, que viven en la parte de atrás de mi garganta. Jamás había tenido la sensación de saborear burbujas de colores.

En fin...te contaba...las canciones, las escucho...y las dejo de escuchar, y las vuelvo a repetir. Hay algo de vos en todo esto, en el aire, en el humo, en el techo. En las cosas que se cuelan entre mis nudillos cortados, en lo multicolor de mi garganta. Hay algo, algo hay.
Y busco encontrarte en alguna canción, o en dos, o en tres, o en cuatro, o en veinte. Este sentimiento es bastante imparable.
Y cuando te encuentro, cuando encuentro la frecuencia perfecta, de perfecta vibración, de perfecta armonía, de un perfecto Sol alegre, que se asoma después del Fa, viejo y dominguero...y después de hacerlo, su peso vuelve a caer sobre mi nuca.





-Creí que ya me había librado de vos.- Le dije, mirándolo de reojo

-Eso es lo que vos pensabas.- Contesta con su acertada ignorancia

-Dije que basta.





Si lees estas líneas, en algún rincón de tu mente, o tal vez en el sector norte de tu hígado, seguramente comprendas que hay canciones que ya no suenan iguales a como sonaban antes.
El cambio, el verde, el ocho y Sol. Ya no es lo mismo.