miércoles, 6 de julio de 2011

Bienvenido

Hay cosas, que son cosas. Que no paran de ser cosas.
Mi universo, está repleto de cosas. De cosas que pasan a ser grandes cosas, cuando las toco, cuando se derriten entre mis dedos escamados. Cuando pasan entre mis escamas, y se hunden en mis pulmones, poco a poco van formando una masa gelatinosa, que pasa a líquida, y se va arrastrando, verde, por las paredes de mi cuerpo. De mi tráquea, de mi boca y de mis labios.
Escupo....escupo todo. Escupo mis cosas, escupo la calle, escupo para arriba, me cae en la frente, hierve y se evapora.
Mi universo, como te contaba, está lleno de misterios simples de resolver. Mi mente, es un laberinto de la revista Billiken. Y todos sabemos que esos se resuelven mas fácil si vas desde el final, hasta el comienzo.
Y las canciones. Las canciones tomaron un gusto diferente en la parte de atrás de mi boca. Son vecinas de mis muelas, y de mi diente de leche. Forman burbujas, de colores, que viven en la parte de atrás de mi garganta. Jamás había tenido la sensación de saborear burbujas de colores.

En fin...te contaba...las canciones, las escucho...y las dejo de escuchar, y las vuelvo a repetir. Hay algo de vos en todo esto, en el aire, en el humo, en el techo. En las cosas que se cuelan entre mis nudillos cortados, en lo multicolor de mi garganta. Hay algo, algo hay.
Y busco encontrarte en alguna canción, o en dos, o en tres, o en cuatro, o en veinte. Este sentimiento es bastante imparable.
Y cuando te encuentro, cuando encuentro la frecuencia perfecta, de perfecta vibración, de perfecta armonía, de un perfecto Sol alegre, que se asoma después del Fa, viejo y dominguero...y después de hacerlo, su peso vuelve a caer sobre mi nuca.





-Creí que ya me había librado de vos.- Le dije, mirándolo de reojo

-Eso es lo que vos pensabas.- Contesta con su acertada ignorancia

-Dije que basta.





Si lees estas líneas, en algún rincón de tu mente, o tal vez en el sector norte de tu hígado, seguramente comprendas que hay canciones que ya no suenan iguales a como sonaban antes.
El cambio, el verde, el ocho y Sol. Ya no es lo mismo.

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