lunes, 15 de marzo de 2010

Una noche de conciencia en el soundsystem

Venía caminando con compañía amena.
Las luces se entralazaban unas con otras. El asfalto se mezclaba con la amenaza de frío. Sabía que el invierno era parte de lo ya vencido. Un alimento perecedero que se regenera todos los años.
No había rimas en mi cabeza, solo escuchaba los sonidos lejanos. Sonidos que irrumpían como cosas nuevas. Tal vez me sentí como si hubiese tenido un año y de repente volvía a conocer mi mundo entero a mi alrededor.
No había rimas en el aire. Los sentidos se volvían a despertar. El universo me daba la señal de volver a querer siempre, todo el tiempo, jamás.
Estremecía el viento la nuca de la doncella nunca consagrada.
La compañía era amena, el cigarrillo se acaba.
Sueños que se nunca se cumplieron, hoy parecen mas alcanzables que lo que nunca jamás fueron.
Llovían ideas en una noche atormentada de estrellas.
Las luces se entrelazaban, caminabas, capucha puesta, cabeza abajo. Las rimas no salían, pero el alma se fundía con la noche inspiradora.
No pido que entiendas las metáforas de la vida en general.No pido que entiendas la base de la ilusiones.No pido que entiendas el flow de la vida.No pido que entiendas las rimas que las luces de los autos dibujan en la textura del aire.

El amor nacía crudo. Carneaba la mente, carcomía el corazón.Chorreante de sangre, se mostraba puro, rojo, nervioso.

Nunca fuí buena en cuestiones del musculo vital.Nunca fuí buena para rimar injusticias, ni historias alevosas.

Solo sabes que escupo lo que sale de mis entrañas.Vomito el ácido de la vida.

Sé que de esta salgo seguro.

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