Esa sensación gratificante

Empiza un Lunes y no termine nunca. El cansancio agotador del día tras día. De levantarte pensando en lo cansada que estas, en lo cansado que vas a seguir, en lo mas cansado que vas a estar a la semana siguiente.

Se siente esa presión en la cabeza, que hace que te duermas profudamente pero tenso. Te corren esas lágrimas de miedo. De pensar que un ser querido se te está yendo y no va a volver. La bronca de todo lo que fue y no es ahora. La impotencia de querer que todo te salga bien, y que termine mal.

No te importa. Vos le pones toda la onda que podes. No te importa cómo. Simplemente lo haces. Por que eso te enseñó la vida y los sucesos recientes. Tu mejor sonrisa, a tus peores momentos.

Sigue la semana, Martes. Miércoles. Jueves. Viernes. Todo igual. La presión en tu cabeza. Las lágrimas. La bronca. La impotencia.
No te interesan. A través de los años aprendiste a convivir con ellas, así como aprendiste a convivir con el aire y el tráfico de la ciudad.

Seguis con tus sonrisas. Te burlas con ellas, como ellas se viven burlando de vos. SABES que de esta salís no te importa cómo.

Cuánto lleva ya? Dos años?. Perdí la cuenta. Dos años, un par de meses. Esfuerzo. Es lo único que sé.

No. ESPERÁ. No todo está perdido.

Yo les dije que dejen de velar gente antes de que se muera. "Mientras hay vida, hay esperanza".

Hay mas.

Tus esfuerzos personales, tuyos, y solamente tuyos, se ven reflejados en que el Martes, mochila al hombro, empezás otra etapa (todo lo que supiste opacar, hoy brilla mas que nunca).

No se muere. No se acaba. No tiene final.
La impotencia ya no parece tan grande.

Yo te dije que con mis sonrisas iba a burlar a mis mejores amigas.