48 horas, solamente 48 horas. Para pararme en frente del mar, mirarlo románticamente, respirar su aire y empezar OTRA VEZ, DE VUELTA.
Siempre que me voy, volver es un nuevo comienzo.
Hoy saqué el pasaje. El viernes me espera con pizza, karaoke y gente, mucha gente. Gente que la amo, aunque hace 9 o 10 meses que no las veo...tanto tiempo ya?.
Pensar que la última vez que fuí, me senté, miré el mar, suspiré y adorné sus aguas saladas, con un poco de mis aguas. Torrentes y torrentes de impotencia fueron testigos de los miles de atardeceres que cedieron un espacio en mi liberada agenda de NADA.
Y hoy, me hago un espacio entre tantas cosas, solo para volver a ESE lugar, respirar profundo y perdonarlo. Siempre nos peleamos, y siempre nos perdonamos.
48 horas para empezar de nuevo.
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